Las bajas temperaturas de días pasados afectaron la vegetación de las zonas de los Valles, Chaco y Chiquitania y desde la Fundación Amigos de la Naturaleza hemos realizado un análisis para comprender el comportamiento climático que podría provocar un mayor riesgo de incendios forestales.
A través de un estudio de temporales de índices de vegetación de los últimos 10 años, se logró determinar que la actividad fotosintética en la región de la Chiquitania sur está por debajo de la media y ligeramente por debajo del año 2020. La región con mayor disminución se encuentra al sur de San José de Chiquitos y Roboré que se conecta con el Área de Conservación e Importancia Ecológica Ñembi Guasu. Esta área fue severamente afectada por los incendios el 2019, por lo que ahora, bajo las condiciones climáticas actuales, se encuentra más vulnerable a los incendios forestales.
(en base a Imagen MODIS del 19 de junio del 2021 al 07 julio del 2021)
Los valores estacionales de la Chiquitania sur están por debajo del valor promedio de los últimos 10 años, muy por debajo de los valores del 2020 y por encima de los valores registrados el 2019. Este primer escenario muestra cambios en los ciclos naturales de la vegetación. A continuación se presentan otros análisis más detallados de la región.
Es evidente que la vegetación ha cambiado los ciclos fenológicos con resultado a la alteración en cuanto a estructura y composición de especies vegetales de la región después de los incendios forestales del 2019. En estudios de campo llevados por FAN el 2020, después de los incendios forestales de 2019, se evidenció el cambio en la composición de esta vegetación por especies de rápido crecimiento que no están adaptadas a soportar estrés hídrico a causa de la estacionalidad de precipitación de la zona (disminución en la biodiversidad). A partir de imágenes satelitales se logró realizar una reconstrucción de la fenología de la vegetación desde el 2010 hasta el 2021. Con este análisis se determinó que el ciclo del mes de julio correspondiente a este año, está por debajo de los valores esperados en comparación al año 2020. En este análisis se puede evidenciar la ruptura de los ciclos el 2019 a causa de los incendios forestales (Ñembi Guasu).
Este año, la región de la Chiquitanía sur en el mes de julio presenta una disminución en la actividad fotosintética de la vegetación en comparación al año 2020. En el mapa siguiente se puede observar valores en marrón con una disminución mayor al 30%. Este cambio anómalo responde a la ocurrencia de una helada registrada el 20 de junio del 2021 registrado en la región.
Para evaluar las áreas quemadas del 2019 (líneas negras ) y su relación con estas anomalías se sobrepusieron sobre valores de actividad fotosintética promedio para el rango del dia 171 (equivalente a 20 de junio) y el 188 (equivalente el dia 07 de julio) aproximadamente 18 días después de la helada. Para esta comparación se calcularon los mismos índices en el mismo rango para los años 2020 y 2021. Es evidente que las áreas quemadas el 2019 coinciden con la disminución anómala de actividad fotosintética en este rango temporal. Esto demuestra que estas áreas no están completamente recuperadas y que ahora son mucho más susceptibles a nuevos incendios ya que están más secas que la vegetación circundante.
En estos meses, el fuego se está concentrando en áreas agrícolas. Principalmente en Santa Cruz, que se encuentra bajo alerta naranja por la condiciones de riesgo de incendio en incremento. Estas condiciones particulares de la vegetación en las que se observa un descenso anticipado en la humedad de la vegetación a causa de las heladas, generan un escenario muy crítico en que transitaremos los próximos meses.
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